sábado, 9 de diciembre de 2006

¿Una deuda?

Llamémosle "morriña", aún viviendo aquí y disfrutando a diario de sus encantos. Pero el paseo de la otra tarde por la Gran Vía a reventar de gente, la vista de Reyes Católicos tomada por completo, los cientos de personas andando por las calles como si fueran aceras cualesquiera y en general el ambientazo que había en mi Granada me han pasado factura. Creo que es más una deuda pendiente con mi ciudad que otra cosa, lo mínimo que puedo ofrecerle desde mi posición a cambio de los buenos momentos, los atardeceres en San Nicolás, las conversaciones sin fin en sus teterías, las cervezas, tintos y tapas de sus bares, las Cruces en Plaza de Gracia o bajo la Catedral... son demasiadas deudas pendientes como para saldarlas de golpe y porrazo; pero en ocasiones merece la pena intentarlo, ¿no?.

Pues nada, ahí va el intento. Como tantos otros. Como tantas veces.

"Con su costa tropical,
nada haría pensar
que andando en línea recta desde allí
se alcanzaría el más alto balcón donde
apreciar la costa norte marroquí.

Un pueblo, el blanco calado en su pared
y en su gente, catorce siglos de historia
que han visto pasar
la ciudad de unas manos a otras,
tan mora y cristiana,
así es mi ciudad.

No sé qué pudo pasar
pa nacer en tan bonita ciudad...
la más bonita ciudad.

Dime qué es el sur
sin hablar de sus calles,
de sus plazuelas,
sus bancos y aceras,
ambientes y bares.
Dime qué es el sur si no me cuentas
que sale la Alhambra en sus escenas,
con un embrujo que atrapa
canciones, amores y penas.
Que hablar del sur
sin hablar de Granada
es como no hablar de nada.

Que Andalucía son ocho provincias
lo sabe cualquiera;
la más bonita, Granada.
Le duela a quien le duela."

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